La nueva
colección de Ana Locking se llama Antihero.
Como expresión del concepto de lo que entenderíamos como el “malo” de los
cuentos, los héroes imperfectos americanos o los personajes quijotescos
grotescos latinos. El antihéroe que ha de existir, para darle sentido y
prestancia al propio héroe, a la historia de búsqueda del bien frente al mal,
al ying y yang del sencillo y universal manierismo bilateral. Dos sencillas
categorías en las que clasificar un mundo repleto de aventuras y experiencias
heroicas y por ello inolvidables, desafiantes a la rutina, evocadoras de
emociones intensas. El secreto del número dos, la paridad de la perfección en
los extremos del diámetro de una circunferencia exacta, que requiere de un
centro para dibujarse.
El concepto
de héroe está presente en la Moda, desde al menos la gran aportación de
Versalles y sus Reyes, concretamente Luis XIV, a nuestros sentidos de la
estética. Describió Joan de Jean en el año 2005 cómo la indumentaria de los
héroes de guerra estaba muy presente en la retina de los inicios del concepto
de la Moda, para ilustrar las tendencias estilísticas asociadas a las hazañas
bélicas, como asociados a conductas ejemplares específicas, valorando la
valentía, el desapego a la vida, el riesgo mesurado. Concretamente el héroe
naval francés Jean Bart, originario de Dunkerque en el Flandes francés que es
limítrofe a la frontera belga, es un ejemplo de esta actitud, en su lucha
emblemática contra los escuadrones holandeses y polacos cuyos buques tomaba
repletos de trigo para alimentar a sus compatriotas. Existen sellos de correo
con la imagen de este héroe en el que se le representa con la peluca de rizos
versallesca (fig. 1).
Fig. 1.-
Sello con la imagen del héroe naval Jean Bart.
En las
imágenes que existen de este héroe del mar, disimulando sus amplias dimensiones
en los cuatro puntos cardinales, aparece engalanado al estilo francés,
ceremonialmente y adherido a las buenas costumbres de la civilización
incipiente: sombrero distinguido de plumas, corbata sensualmente enrollada,
reloj de bolsillo o pipa larga de fumar, zapatos que podría lucir el propio Rey en su palacio de Versalles, etc. (fig. 2).
Fig. 2 Héroe
naval Jean Bart, originario de Dunkerque, vestido a la moda francesa del S.
XVII.
En ocasiones
se representaba así al héroe a punto de iniciar el combate, montado en su navío
con espada en mano y señalando al barco enemigo a sus subordinados, pero
igualmente engalanado como si fuera a recibir al mismísimo Rey en visita a
Versalles (Fig. 3).
Fig. 3. Héroe naval, Jean Bart, a
punto de iniciar batalla naval vestido en sus
mejores galas, con peluca de rizos y zapatos elegantes.
Los diseños de Ana Locking rememoran
batallas más actuales, incluso quizá en luchas interestelares, entre galaxias
lejanas, más que navales, con los coloridos metalizados en oro y plata, en
vestidos, pantalones o trajes completos para ellos (fig. 4).
Fig. 4. Figurín de la colección Antihero cedido por la diseñadora.
Los estampados en flores primaverales aparecen
recurrentemente, mangas, faldas, chaquetas, aportando el aroma fresco de la
esperanza y la belleza efímera que define la estacional Moda. Las faldas
largas, cortas, ceñidas, vaporosas, estampadas en flores, de tejido peluche, y
todas con apertura lateral expresan en esta ocasión una nota de sensualidad
inocente pero infalible, que Ana recupera de los clásicos, en los que una
pierna de mujer era capaz de parar taxis, coches y hasta quizá batallas navales.
Para ellos, estilo sobrio en colores oscuros, capas sin capucha o bicolor como
antaño los espadachines nocturnos con honras mal jugadas a las cartas,
en clara expresión antiheróica. También para ellos el estilo práctico de Ana se
expresa en esta colección, con diseños casuales y juveniles, tirantes
simpáticos y chaquetas que hacen un guiño a los convencionalismos estéticos. Y
un traje de chaqueta color blanco crema, elegante y delicado, como las buenas
negociaciones y la transparente diplomacia aspirarían a ser (Fig. 5).
Fig. 5.- Conjunto de la colección Antihero de Ana Locking.
Como aportación novedosa de esta
colección, diríamos que están los trajes de mujer vaporosos, en diversos
colores: negro, anaranjado, blanco, verde agua. Como trayendo a escena a la
dama o princesa que también siempre está presente en las batallas, como
recompensa final de las buenas hazañas del héroe o como elemento arrebatado por
el antihéroe, quien deshace la bondad del amor gestado por duros esfuerzos del héroe
y heroína y transforma a la dama en criatura perversa y malvada (fig. 6).
Fig. 6.- Vestidos vaporosos de la
colección Antihero de Ana Locking.
Vestidos cortos, blanco o blanco y
negro, con hombros descubiertos y sencillo corte, expresan la dicotomía
cromática del blanco y negro, en metáfora del bien y el mal, del héroe y el
antihéroe. Homenajeando a David Bowie, en la música del desfile de la puesta en escena y las
lentillas de cada color en las modelos, pero también homenajeando a otros
compositores y músicos anteriores, como el gran Richard Strauss y su
composición Op. 40 de 1899, Ein
Heldenleben (fig. 7).
Fig. 7. Fragmento de la partitura de
Richard Strauss titulada “Una vida heróica”, del año 1899.
Y como guillo de su expresividad, el
pato Donald. Gracias, Ana, por hacernos sonreír evocando a un simpático Donald,
que es duck y no una Trampa, en su faceta de bonachón, generoso y torpón (Fig. 8).
Fig. 8.- Guiño de la colección Antihero
de Ana Locking, con la imagen del Pato Donald.
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