Iconografía floral en los tejidos. Estudio de las flores por tres grandes pensadores
Por Alicia García Falgueras
Doctora en Psicobiología
Investigadora Universitaria de la Biblioteca Nacional Española (carnet número I-272677)
RESUMEN
La moda es un arte vivo, en constante movimiento y simbiosis con las
estaciones y los cambios de tiempo y épocas. En este escrito analizamos
brevemente las flores como fuente de inspiración de la moda en su iconografía
floral sobre los tejidos. Asimismo expondremos el pensar y el trabajo
descriptivo sobre las flores de tres genios: Leonardo da Vinci, Charles Darwin y
Carolus Linnaeus, quienes estudiaron botánica y avanzaron importantes
conocimientos en la descripción y entendimiento de las flores, influyendo en la
moda. De forma necesariamente escueta expondremos algunos ejemplos
florales de telas magníficamente preservadas y pertenecientes a diferentes
momentos históricos. De forma descriptiva, comentaremos algunos ejemplos
de actuales tejidos florales entre diferentes culturas.
PALABRAS CLAVE
Flor, flores, colorido, moda, tejidos, Renacimiento, Leonardo da Vinci, Charles
Darwin, Carolus Linnaeus, botánica, clasificación, denominación, España,
Andalucía, Holanda, Europa.
ABSTRACT
Fashion is a living art, in constant movement and symbiosis with the seasons
and changes of time and times. In this paper we briefly analyze flowers as a
source of inspiration for fashion in their florgraphy iconography on fabrics. We
will also expose the thinking and descriptive work about the flowers of three
geniuses: Leonardo da Vinci, Charles Darwin and Carolus Linnaeus, who
studied botany and advanced important knowledge in the description and
understanding of flowers, influencing fashion. In a necessarily concise way we
will present some floral examples of superbly preserved fabrics and belonging
to different historical moments. In a descriptive way, we will comment on some
examples of current floral fabrics between different cultures.
KEYWORDS
Flower, flowers, colorful, fashion, fabrics, Renaissance, Leonardo da Vinci,
Charles Darwin, Carolus Linnaeus, botany, classification, denomination, Spain,
Andalusia, Holland, Europe.
1.- INTRODUCIÓN
Las flores han sido un tema de amplio de estudio minucioso para
algunos de los pensadores más importantes y relevantes de nuestra historia
como Leonardo da Vinci, Charles Darwin o Carolus Linnaeus (Rix, 2012). En el
antiguo Egipto las flores de loto, los nenúfares, o mandrágoras y las flores
típicas del entorno vegetal del Nilo se representaban con frecuencia en las
vasijas, decoraciones en paredes y en los tejidos (Saladrigas Cheng, 2001). De
las expediciones de Napoleón, quedaron testimonio de las expresiones en la
moda de las mujeres egipcias: las mujeres de la clase administrativa, solían
rasurarse la cabeza y para cubrirse llevaban turbantes o velos (Bravo, 1999;
Entwistle, 2002; Cosgrave, 2005). Los aromas y perfumes de las flores (aciano,
amapolas, crisantemos, malvas, lirios, espuela de caballero, jazmines, hiedra,
mandrágora, cañas de papiro y flores de loto) estaban muy presentes en los
hábitos diarios de las egipcias (baños y mascarillas tensadoras de Cleopatra) o
como ofrenda a sus dioses, elaborando tónicos, perfumes o ungüentos
(Cosgrave, 2005).
Las características que hacen de la flor un elemento tan bello y
recurrente no están bien definidas. Podría deberse a su forma o a su
naturaleza simétrica y matemáticamente distribuidas en 1, 2, 3, 5, 8, 14, 21, 34
ó 52 pétalos. La simetría fue un tema de estudio de Darwin. Por ejemplo, el
esquema básico floral de la familia Rosaceae, consiste en cinco pétalos (como
la rosa canina salvaje) unidos de una manera especial a su base. La flor de la
fresa (Fragaria Vesca) o la cariofilada (Geum urbanum) serían de este tipo.
Quizá la afinidad por las flores en la moda se debiera a sus imaginativos y
variados diseños de formas y colores atrayentes y sugerentes para conseguir la
colaboración de los insectos en sus polinizaciones, como dibujó Da Vinci.
Pudiera ser por su curiosa distribución en cuanto a los géneros de macho y
hembra dentro o fuera de cada flor, como definió Linnaeus.
La palabra textil proviene del latín texere que significa tejer. En épocas
pasadas, sólo las telas tejidas recibían la consideración de textil, pero hoy día
se denomina así también las fibras sintéticas o las telas no tejidas (Alonso
Felipe, 2015). Desde el antiguo Egipto, el rango social se definía por la calidad
de las telas que lucían. De esta manera, la falda del faraón se hacía con lino
fino y posiblemente adornada con hilo de oro, mientras que los plebeyos
llevaban falda hecha con fibras vegetales (Cosgrave, 2005).
Los tejidos en la actualidad están continuamente innovándose y
mejorándose para diferentes propósitos. La seda procedente de China fue una
fibra muy valorada y trabajada, con diseños en tejidos de tipo geométrico,
epigráfico y vegetal de ataurique, que incluían las flores (Guillén Santoro,
2011). En la actualidad, las propiedades curativas de la seda han sido
investigada en medicina y odontología como material de apoyo para la
regeneración ósea o dental. Microscópicos fragmentos de seda implantados en
huesos del cráneo parietal dañados de conejos blancos, facilitaba la
regeneración ósea mediante las barreras creadas. Los inconvenientes de éste
método serían que este tejido de seda no puede ser absorbido por el
organismo y ha de extraerse con cirugía posterior y por otro lado, el hueso
originado no es equivalente en robustez al hueso original (Lee y cols., 2015).
2.- FORMAS Y FUNCIÓN DE LAS FLORES
Leonardo di Ser Piero da Vinci (1492-1519) estudió las plantas en un
pionero análisis de botánica que realizó en el año 1.480. De este trabajo de
búsqueda de la comprensión y el entendimiento de los vegetales en la región
italiana de Montalbano en la Toscana, resultaron muchos dibujos preciosos en
sus cuadernos. Son dibujos propios de un artista, pero que procuran ir más allá
y comprender el mecanismo subyacente, en los que se recrea la forma exacta
y precisa mediante el estudio observacional de las flores, la manera en que
crecen, sus formas, las diferencias entre unas y otras, su mecánica o
funcionamiento, etc. Pueden apreciarse en sus dibujos la tónica dominante en
la obra de Da Vinci, que sería su función o mecanismo y la exaltación de la
belleza sobre lo efímero. También se aprecian sus misteriosas anotaciones en
escritura invertida, describiendo los dibujos y lo representado en ellos (Fig. 1).
Fig. 1.- Diferentes dibujos de Leonardo da Vinci, respecto sus estudios sobre las flores, sus formas, crecimiento y diversidad. El dibujo de la derecha es un dibujo-estudio de una flor de lirio (Lilium candidum) realizada en los años 1480-1485. Como la mayoría de sus otros dibujos, está realizado con pluma y tinta sobre lápiz negro con realces blancos (324 x 177). El dibujo superior derecho representa la rosa de Jericó (star of Bethlehem, fechado aprox. en 1507) y realizado con pluma y tinta sobre tiza roja de fondo. En el lado izquierdo dos ejemplos de su estudio mediante descripciones de flores, tipo rosas, en su forma y mecánica.
3.- GÉNERO EN LAS FLORES
Carolus Linnaeus, también conocido como Carl von Linné (1707-
1778) fue un botánico sueco que pudo clasificar y denominar todo el reino
vegetal en su obra Systema Naturae (Paises Bajos, 1758). Creía firmemente
que el universo era una proyección de Dios y que aquellos que lo estudiasen
con los ojos abierto, podrían describir el orden natural (de la naturaleza y divino
como sinónimos). También estudió la simetría, asegurando que el hecho de
que existiese la “simetría infinita” en las más pequeñas cosas probaba que Dios
había creado la Naturaleza (Schmitz y Uddenberg, 2007).
La clasificación de las flores de Linnaeus mediantes sencillas
esquematizaciones sigue un símil humano o antropomorfo. En él se analiza “el
amor entre las flores” y se describe el “lugar de las nupcias”, la afinidad y
subordinación entre los machos según el número de estambres (de 1 a 20 ó
más) en relación al pistilo y según los machos estén o no subordinados entre
sí: 1) no subordinación: monandria, diandria, triandria, tetrandria, pentandria,
hexandria, heptandría, octandria, enneandria, decandria, dodecandria,
icosandria, poliandria. 2) sí subordinación: didynamia y tetradynamia), etc.
También se clasifican según el “número de camas” según la distribución de los
pétalos o su naturaleza de unión clandestina (González-Bueno, 2001) (Fig. 2).
Fig. 2.- Esquema clasificatorio y aclaratorio de Carolus Linnaeus sobre la naturaleza de las flores según su sistema de distribución y proporción entre los géneros, la relación entre éstos y la forma de privacidad de los pétalos. En Systema Naturae (Países Bajos, 1758).
Relacionado con la moda y por lo tanto con los tejidos y las telas, los
conceptos de masculinidad y feminidad se redefinen cuando se trata de las
flores. Las aportaciones teóricas de Leonardo dan Vinci, Charles Darwin,
Carolus Linnaeus y otros botánicos previos respecto a la clasificación del
género de las flores, contribuyeron a esta “asexualización” de la flor como
ornamento neutro tanto para hombres como para mujeres. La gran mayoría de
las plantas son hermafroditas y tienen “flores perfectas” en tanto que conservan
el equilibro entre sus cuatro espirales, diferenciadas en específicos tejidos: los
sépalos, pétalos, estambres y carpelos centrales (Pannel, 2017). Esta idea de
neutralidad de género o hermafroditismo en las flores puede apreciarse en
estos grabados del Renacimiento, siglo XV, (Fig. 3), donde se distinguen
floritura y adornos en los tejidos que llevan tanto figuras masculinas como
femeninas:
Fig.3.- Cuatro figuras masculinas castellanas (tres en imagen de izquierda y una en derecha) con vestimentas del Renacimiento (S. XV, España. aprox. año 1450) y detalle de tejido con forma de flores, vegetales y florituras. Fuente Biblioteca Nacional de España, Biblioteca Digital Hispánica.
4.- SIMETRÍA EN LAS FLORES
La simetría en los tejidos y bordados con motivos florales está presente,
teniendo estas formas matemáticas y simétricas en su número de pétalos, a
veces asimilándose a estrellas. Esto es debido en parte a las características de
los telares, por la urdimbre matemáticamente distribuida en tensas líneas
paralelas y equidistantes de forma longitudinal, por donde pasa la lanzadera
para dejar la trama de cualquier tipo de fibra (Buckley, 2012), siendo el bordado
más libre en su composición. En la región de Al-Andalus, Sudeste asiático y
Marruecos, durante los siglos XI y XII (época Almorávide y Almohade en
Córdoba, Valencia o Sevilla, así como el norte de África), la decoración en los
telares procuraba igualarse en lo posible a los ornamentos equidistantes
empleados en la arquitectura o en las miniaturas de los libros iluminados, así
como a las miniaturas de los Coranes. (Partearroyo Lacaba, 2005).
También se ha estudiado en detalle y analizado los colorantes utilizados
en los tintes y los ligamentos con los que tejieron las piezas textiles. Por
ejemplo, los colorantes se analizan por químicos del Instituto del Patrimonio
Histórico aportando datos muy interesantes sobre su origen ancestral. En la
mayoría de las ocasiones, los tejidos se teñían con tal maestría que aún hoy se
han podido conservar parte de la viveza de los colores de los siglos XI y XII. Se
empleaban recetas y técnicas antiguas transmitidas en secreto de generación
en generación, siendo la mayoría de los tintoreros de origen judío (Llorente,
2014). Los colores fundamentales eran el rojo (de la raíz de la rubia Alfuwa o
granza), el amarillo (de la cúrcuma o los estigmas del azafrán), el negro y
marrón (cáscaras de nuez) y el azul (de la isaquis en el mes de agosto)
(Partearroyo Lacaba, 2005). El color rojo o granate, muy característico de la
época Nazarí, hasta casi simbolizarla, también se extraía de un parásito,
llamado coccus iilicis (cochinilla) y posteriormente mediante exploraciones
españolas del continente sudamericano y sus materias primas, se sustituyó por
la anilina (Olivares y Zapata, 1965).
En el museo Lázaro Galdiano existen piezas de tela floreadas de origen
italiano, concretamente veneciano, con terciopelo labrado en seda del siglo XVI
(Inv. 1637 y 11489), destacando la afinidad de los italianos por la belleza floral
en diferentes momentos históricos y quizá recogiendo el trabajo de Da Vinci por
la flora italiana (Zollner, 2003). En los Países Bajos esta afinidad decorativa por
las flores estuvo también muy presente en esos siglos y posteriores, como lo
demuestran estos pendientes con bonitas flores de adorno de autor anónimo
del S. XVII (Fig. 4).
Fig. 5.- A) Ejemplo de composición simétrica floral en tejido. Museo Lázaro Galdiano, Inv. nº 1690, detalle de fragmento con decoración floral de 8 pétalos de cinturón de boda marroquí de lunares y losanges. Un hilo de urdimbre de ligamento por dos hilos dobles de urdimbre de fondo. Marruecos (Fez), siglos XVI-XVII. B) Otro ejemplo de composición simétrica floral. Tejido Nazarí (s. XIV) de lacería y rosetas entrelazadas de cuatro pétalos y círculos. Inv. 3835. Rectángulo de 9,5 cm con dos ejes de simetría, uno vertical y otro horizontal. C) Composición simétrica floral de tejido con decoración de estrellas de ocho puntas y rosetas, fragmento de un hzam (cinturón de boda de la ciudad de Fez). Inv. 11.507. Granada, Nazarí siglo XVI. Cuadrado de 4,2 cm de lado cuya diagonal la forman el centro de las rosetas y se repite en dos ejes de simetría, uno horizontal y otro vertical.
La simetría sería un valor para la belleza y una característica implicada
en la selección sexual y por lo tanto la selección natural. El matemático y
filófoso Hermann Wysl (1952), afirmó y demostró en su reciente escrito que la
belleza está ligada con la simetría (Weichselbaum y cols., 2018). Del análisis
facial de las personas y sus características más o menos simétrica, se extrae
información sobre el nivel hormonal o fertilidad, la atracción, personalidad,
familiaridad, etc., datos que procurarían maximizar los beneficios de la elección
de pareja sexual (Little y cols., 2011). La adaptación evolutiva podría tener un
importante papel en la preferencia por simetrías (Weichselbaum y cols., 2018).
Sin embargo, su relevancia ha sido cuestionada, ya que “aunque la simetría es
ciertamente atractiva, existe algo estéril en su rigidez, que lo hace menos
atractivo que la belleza asociada a la asimetría, menos predictiva y más
dinámica” (Weichselbaum y cols., 2018). En un estudio llevado a cabo en la
Universidad de Viena sobre estudiantes de Arte y Psicología, se pudo concluir
que la preferencia por la simetría no dependía de la experiencia o conocimiento
de arte, más bien al contrario, el conocimiento del arte inclinaba las
preferencias ligeramente hacia los patrones asimétricos (Weichselbaum y
cols., 2018).
Charles Darwin (1809-1882) estudió la simetría entre sus temas
relacionados con la evolución y la competencia intra e inter especies. Analizó la
naturaleza de las plantas y flores con amplia atención (Pannell, 2017) y escribió
un tratado específicamente sobre las orquídeas, respecto sus variadas formas
y “su conducta” o maneras de atraer a los insectos para ser fecundadas.
También realizó otro amplio estudio sobre las diferentes formas de las flores,
en el año 1877. En su obra y complementando el trabajo de da Vinci, se analiza
el fenómeno denominado “hercogamia recíproca” o heterostilia, esto es, el
polimorfismo morfológico de separación espacial de anteras (parte masculina) y
estigmas (parte femenina) dentro de una misma flor para evitar la
autofecundación. Sin embargo, en sus escritos afirmó que también se dan
algunos casos de flores cleistógamas, en las que la autofecundación es posible
sin mediación de insectos (Fig. 6). Después de más de 150 años, las teorías de
Darwin sobre la heterostilia siguen siendo aún de utilidad para los
investigadores botánicos actuales (Cohen, 2010).
La vida de Darwin transcurrió a lo largo del S. XIX, coincidiendo con el
período cultural del Romanticismo, en el que la moda se polarizaba entre
hombres y mujeres, maximizando la visualización de los caracteres sexuales
secundarios con la vestimenta (cintura de avispa, anchura de hombros, etc.),
incrementando la silueta artificial femenina de reloj de arena, que enfatizaba los
contornos del cuerpo (Garcia-Falgueras, 2013). La época romántica fue muy
prolífica en términos artísticos e intelectuales.
6.- FLORES EN LA ACTUALIDAD
Las flores son tendencia. Proporcionan la posibilidad de lucir looks
frescos combinando estampados de flores, cuadros vichy o insectos como
elementos de la naturaleza en su verdor salvaje en medio de las ciudades,
como tesoros en movimiento que hicieran “la fotosíntesis” brotando en del
bullicio urbano. Como en años atrás y el movimiento hippie “flower power” en la
actualidad las flores vuelven a retomar protagonismo. Incluso durante el
invierno, las flores prevalecen en los vestidos o como complementos para
animar y borrar las nubes del frío estival.
Hoy día, existen algunos diseñadores de diferentes países que se han
especializado en motivos o composiciones florales como su modus vivendi. La
gran mayoría de diseñadores o estilistas en la actualidad han aplicado flores
para sus creaciones de moda y/o han incluido, aplicado o elegido las flores
para la composición de sus telas o trajes en algún momento o en algún diseño.
Por ejemplo, la portuguesa Alexandra Oliveria diseñó en 2011 un chal con
bonitas flores tejidas llamado “Roses” en el que unas flores rojas tipo rosas se
configuraban sobre un sencillo chal como en tres dimensiones (Colchester,
2007) (Fig. 7).
Para el artista visual contemporáneo inglés Michael Brennand Wood, el
tema de mayor especialización en sus diseños es el floral (Colchester, 2007).
En su trabajo creativo, Brennand procura crear formas de flores realistas
elevadas en tres dimensiones sobre el plano, mediante bordados, entrelazando
los conceptos de textil, técnica e historia (Fig. 8).
Fig. 8.- Composición floral textil del artista Michael Brennand, Wood titulada “Crystallized Movements” (2004). En esta imagen pueden apreciarse flores basadas en la familia Compositae, familia de las margaritas. Las flores rojas podrían ser de otra familia también, de la Ranunculaceae. Las especies que parece se estarían describiendo son la Gerbera jamesonii para las flores rojas (imagen 1), la Anemone St. Brigid para las flores rojas y rosas (imagen 2) y la Gerbera jamesonii también para las flores amarillas. Las flores naranjas podrían ser Calendula officinalis (imagen 3).
Los diseñadores de moda en la actualidad incluyen o han incluido con
frecuencia tejidos floreados para sus composiciones estilísticas. Un caso
particular, por su recurrente afinidad a las flores, sería el caso de los
diseñadores holandeses Sheila de Vries y Gideon de Vries (madre e hijo), que
adornan con frecuencia sus alegres y coloridos conjuntos u outfits en pasarelas
nacionales e internacionales con motivos florales, flores o estampados
primaverales (Figs. 9 y 10). Holanda fue la cuna intelectual del pensador
botánico Carolus Linneaus, teniendo una amplia cultura y afinidad respecto las
flores, concretamente por los tulipanes (mercado de las Flores en Ámsterdam y
varias ciudades), que ha trascendido y trasciende fronteras y expresiones
culturales diversas como la moda.
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