Alicia Rueda en el "enlazado País"

Lazos, lacitos, lazadas, por doquier en cada creación expresando el cierre bien sujeto de la feminidad controlada, para que no se escape, contenida y recatada en su magnitud y grandiosidad, con el dibujo y el volumen perfectos para que visualmente no haya duda al verlo en un vestido de Alicia Rueda: ahí va una mujer orgullosa de serlo.

Será por influencia de los nudos marineros, en su simetría y solidez, o su vigor de atadura firme y atávica, en aquellas tierras de mar y de sal, de gaviotas y brisa fresca oceánica como son las ciudades costeras de Bilbao y Santander, lugares donde Alicia ha sembrado su talento para que se difunda en pret-a- porter y en exclusivo atelier, para todos los gustos y bolsillos.  Será por su afinidad estética a tiempos pasados, como los años 1850, cuando los lazos decoraban sombreros, faldas y calzados.  Será por su nombre, Alicia, que inevitablemente evoca aquella niña, traviesa y aventurera, curiosa y preguntona y a su vez llena de lazos y lazadas. O será porque así ha de ser en Alicia Rueda, porque los lazos expresan su sencillez y buen gusto, su talento creativo y su simetría estética y visual.

La obra literaria Alicia en el País de las Maravillas  escrita por el matemático y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, conocido con el pseudónimo de Lewis Carroll, también podría ser otra fuente de inspiración para Alicia Rueda. En esta obra, donde se mezcla lo onírico con lo real, lo posible con lo imposible, la diversión con el  desasosiego, la lógica con lo absurdo, bien podría ser inspirativa en la combinación que la diseñadora hace de mezcla  de texturas en los tejidos y de sensaciones táctiles y visuales. Uno de sus recientes diseños, una chaqueta de corte clásico, tiene los botones que son pequeñas cartas de baraja con dibujo de as de picas, rememorando el juego surrealista que en la obra de Carroll sucede con la Reina de Corazones. En esa chaqueta se mezclan, asimismo, la elegancia propia de la chaqueta  junto con unos guiños añadidos por Alicia, como los hombros en sensación de elevación, al tener un pequeño pliegue la tela sobre la hombrera. Es este un recurso estético altamente empleado por Hollywood en sus recientes creaciones de cuentos para niños y hasta cierto punto expresando el gesto natural de una simpática indiferencia.

Los diseñadores que han inspirado y motivado en el trabajo de Alicia son Coco Chanel y Cristóbal Balenciaga en sus versiones post-Beatles. El palpable aire vintage de las creaciones de Alicia se podría definir en los mismos términos que estos diseñadores clásicos hicieron en su día: piezas de corte que no pasan de moda por su eterna elegancia, colores en equilibrado y balanceado contraste de blanco y negro, talle princesa o de cintura baja, dibujos sinuosos desde el hombro a la cintura, respeto y admiración por las curvas en la mujer, por su dulzura y delicadeza, en definitiva, valores estéticos constantes que siempre estarán de moda.

Sin embargo también hay detalles propios sólo de ella. Detalles que recuerdan el ágil sentimiento del movimiento, de la libertad, de la versatilidad. Como por ejemplo, las mariposas bordadas en las faldas, superpuestas y en relieve, casi agitando sus alas.

O los complementos y añadidos en plumas, como el collar de plumas expuesto en su Boutique de Santander. Con este recurso, muy usado por Alicia, consigue transmitir sensaciones táctiles de caricias suaves y volátiles que oscilan con el viento. El motivo del uso de plumas podría ser lo evocador e inspirador del grácil y hasta acrobático vuelo de gaviotas tan presente en Santander. En su colección exclusiva las plumas están también presentes, como en el vestido que diseñó para la modelo y presentadora Anne Igartiburu en la apertura de su Boutique en Santander en 2011. En ese diseño se combinan con gracia y equilibrio la lentejuelas del cuerpo que transmiten solidez, permanencia y constancia con las plumas del final de vestido, que evocan una tímida ave que guarda sus alas.

Otros diseños de Alicia han sido recientemente lucidos por personas conocidas, como la cantante Soraya o la actriz, presentadora y modelo Paula Vázquez.

Para crear estos diseños Alicia se traslada a París, ciudad icono de la moda llena de ideas románticas, de sueños e ilusiones por sus rincones y es allí donde Alicia encuentra los tejidos y materiales que necesita para hacer realidad sus ideas. También diseña zapatos, con el toque de dulzura, delicadeza y feminidad que caracterizan su estilo. Porque a Alicia también le gusta tener bien puestos los pies en el suelo.

Esta joven diseñadora cántabra se ha hecho a sí misma, a través del trabajo y el esfuerzo, teniendo muy claro su estilo y arrullada por las mareas santanderinas y el verdor bilbaíno. Con una amplia aún carrera por delante, ya cuenta con un sólido apoyo y un cálido respaldo cántabro y aún muchas ideas por darle volumen y alas en su escritorio.